Catalá-Roca es uno de los nombres 
más importantes de la fotografía española contemporánea. Nacido en 1922,
 hijo y padre de fotógrafos, su trabajo de los años cuarenta, cincuenta y
 sesenta representó la irrupción de la nueva fotografía de la calle en 
España, para entonces un país aislado. El conjunto de su obra es un 
magnífico retrato del siglo XX, que se puede relacionar con lo que 
hacían, al otro lado de los Pirineos, Robert Doisneau o Henri Cartier-Bresson.
Viajero incansable, recorrió España durante medio 
siglo y retrató los vertiginosos cambios que se producía en los campos y
 las ciudades. Pieza vital de la bohemia barcelonesa, su cámara captó 
instantes cruciales de la creación y el lado humano de artistas como 
Joan Miró y Salvador Dalí. Premio Nacional de las Artes Plásticas entre otras muchas distinciones.
Posiblemente la obra de Francesc Català-Roca
 constituye la piedra angular de la fotografía documental en España. 
Nadie como él supo intuir primero y constuir después un discurso pleno 
de autenticidad, fe y consecuencia, en el lenguaje de las imágenes 
destinadas a reconocer y reconocernos. El reportaje fotográfico logró 
con su traçbajo una sintaxis nueva, una estructura firme y decidida, 
alejada sin titubeos de cualquier tentativa experimental o ambición 
artística. El fotógrafo actuaba como un "sustractor" de imágenes de la 
realidad cotidiana. Su misión era rescatar, inmovilizar instantes que la
 misma fotografía convertirá en relevantes. Sin intervenir. Sin añadir 
más construcción que la elección del instante y la óptica.
Si quieres saber más sobre este fantástico fotógrafo y ver alguna de sus fotos, puedes acceder al siguiente enlace: Catalá-Roca 



